Después de las furgonetas, el organismo europeo Euro NCAP que mide la seguridad de los vehículos se prepara para evaluar los camiones con dos procedimientos diferentes.
Los coches son sin duda el medio más voluminoso en las carreteras, pero con las estadísticas en mano, hay otros que tienen una tasa de siniestralidad superior en proporción a sus dimensiones y que no se tiene en cuenta. Hablamos de los vehículos pesados, que según una encuesta de la Federación Internacional del Transporte están destinados a triplicarse en 2050 respecto a 2015 y que, si hoy solo son el 1,5% del parque en circulación, se ven implicados en el 15% de los accidentes mortales accidentes, una cifra que asusta.
Este hecho no ha escapado a los ojos de Euro NCAP, el organismo europeo que prueba y evalúa la seguridad de los vehículos a motor y que, tras introducir hace unos años un criterio de evaluación para los vehículos comerciales ligeros de hasta 3,5 t, ahora se dispone a hacerlo lo mismo también con los ``grandotes´´.
Primero la seguridad activa
La noticia no es del todo nueva, al contrario, el anuncio lo hizo la propia Euro NCAP hace unos meses, cuando puso a disposición datos actualizados de las pruebas LCV o vehículos comerciales ligeros, disponibles en Euro Ncap. Como veis, la nota de prensa especifica que para 2026 los requisitos para los LCV estarían completamente alineados con los de los automóviles y que los protocolos para evaluar vehículos pesados ya aparecerían durante 2023.
Vale, pero ¿Cómo funcionan? El primer elemento de evaluación, como lo fue para las furgonetas, no se refiere tanto a la estructura como a las tecnologías activas para reducir el riesgo de accidentes.
A diferencia de los automóviles, que en cierto modo son los vehículos más vulnerables después de los vehículos de dos ruedas, las furgonetas y los camiones se encuentran en el lado opuesto de la clasificación y, en los accidentes de tráfico, a menudo terminan causando los peores daños incluso antes de sufrirlos .
Euro NCAP también cita estadísticas de tráfico en Gran Bretaña, según las cuales los vehículos pesados representan solo el 5,8% del tráfico y están involucrados en solo el 3,6% de los accidentes, una proporción que, sin embargo, se eleva al 14,3% para estos ``grandotes´´ . De ello se deduce que los camiones no tienen más probabilidades de chocar que otros vehículos, pero cuando lo hacen, tienen consecuencias más graves.
Por tanto, el primer elemento es el equipamiento tecnológico. Pero al igual que con los automóviles, la disponibilidad de una tecnología y su difusión son dos cosas muy diferentes. La mayoría de los dispositivos de seguridad activa siguen siendo opcionales y no obligatorios y por tanto no todos los compradores están dispuestos a pagar para tenerlos a bordo.
El esquema EuroNCAP para evaluar la seguridad urbana de los camiones
Precisamente por eso, Euro NCAP ha decidido crear no uno, sino dos protocolos de evaluación distintos, uno urbano y otro extraurbano : las tecnologías de referencia son casi siempre las mismas, identificadas en 10 dispositivos, desde genéricos como el automático de mantenimiento del posición en el carril hasta el control de estabilidad y control de crucero con distanciamiento automático, hasta específicos como la vigilancia de los laterales del vehículo.
El esquema EuroNCAP para evaluar la seguridad extraurbana de los camiones
El primer grado de evaluación se basa en la presencia o ausencia de estos dispositivos, diferenciados según las necesidades reales del vehículo, a los que naturalmente se añadirán pruebas prácticas para comprobar su óptimo funcionamiento.
Fuente: Omnifurgone
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